Fuente: Diario Clarín Personal del Archivo General de la Nación (AGN) descubrió que en un catálogo de un conocido librero anticuario de Buenos Aires figuraban a la venta decenas de documentos del período colonial y de la época de Rosas, que habrían sido sustraídos de esa institución. Un juez ordenó secuestrar el lote, aunque algunos ya habrían sido vendidos.
Los millones de documentos que integran el AGN suman 20 kilómetros lineales.
El número de folios o páginas es aún mayor, ya que cada documento o legajo tiene en promedio 15 centímetros de alto.
Antes de acceder a la consulta, los 50 a 60 visitantes diarios -así sean investigadores de concurrencia frecuente- deben identificarse ante la Policía, dejar todas sus pertenencias en un casillero y subir sólo con sus anteojos, ya que se les provee de papel y lápiz. Pero esto no evita que, cada tanto, desaparezca algún escrito.
"En el último año hemos detectado por lo menos cuatro subastas de documentos del Archivo en distintas casas", reveló el director, el historiador José Luis Moreno.
Link de la noticia y más información: http://www.clarin.com/diario/2008/11/10/sociedad/s-01799738.htm
