Más cabezas, expertas en distintas áreas para decidir qué se debe guardar, durante cuánto tiempo y qué se puede destruir.
La comisión calificadora de documentos, la principal novedad del recién aprobado reglamento del Archivo Municipal, contará, además de con la archivera, con un técnico de Organización, otro de Abogacía Consistorial y el jefe del servicio cuya documentación vaya a ser analizada.
Tres técnicos del Ayuntamiento, sin contar al jefe de área, pero también otro especialista del Principado y si la Universidad lo designa, uno más de la institución académica.
La comisión, que se reunirá al menos una vez cada año, quedará constituida por siete miembros, seis si finalmente la Universidad no nombra al suyo.
La medida debe ayudar a agilizar la gestión de la documentación administrativa que genera cada día el Ayuntamiento.
Hasta ahora, la decisión sobre el expurgo o destrucción de los documentos inservibles correspondía únicamente a la archivera y al jefe del servicio interesado, según una instrucción de la comisión municipal de 1973, cuando los ordenadores eran casi una quimera.
El nuevo reglamento, elaborado por la archivera, Ana Herrero, facilitará una tarea cada vez más compleja.
Fuente: Archivística y Sociedad.
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